Son maniobras manuales suaves de bombeo en los ganglios linfáticos que se encuentran ubicados en distintas zonas del cuerpo: cara, brazos, piernas.
La linfa es un líquido renovador, espeso, viscoso, de circulación lenta, que depura las células del cuerpo, representa el 15% del peso corporal. Se la llama el “mar interior” de nuestras células, es considerada el líquido más noble del organismo, junto con el líquido cefalorraquídeo.
Los vasos linfáticos transportan la linfa de la periferia hacia la profundidad del organismo. Estos vasos, al principio, son tan finos como cabellos de ángel, progresivamente van incrementando su calibre.
Lo que se logra con el drenaje manual es acelerar y mejorar la circulación linfática.
¿Cuando esta indicado?
- Antes de una cirugía, para mejora la calidad de los tejidos.
- Luego de una cirugía, para evitar edemas, hematomas y dolor.
- Edema por insuficiencia venosa (várices o teleangiectasias)
- Estética: celulitis, adiposidad localizada.
- Pos operatorios de mastectomías.
- En pacientes con retención de líquidos.
¿Qué efectos produce?
Favorece la evacuación del líquido intersticial excedente, eliminando las toxinas a través de la orina, y disminuye el edema acumulado en los tejidos.
¿Con qué frecuencia se realiza?
Se recomiendan dos sesiones semanales de 45 minutos