Existen productos de consumo cotidiano con pigmentos: café, té, mate, cigarrillos, bebidas cola, jugos naturales o artificiales, etc. que, con el tiempo, oscurecen y quitan brillo a los dientes.
En una sola sesión de una hora se puede mejorar el color y el brillo de los dientes mediante un tratamiento que consiste en la activación de una sustancia blanqueadora, con una luz de arco de plasma que acelera el proceso. Se logra, así, una imagen armónica y estética.